OMC: Las propuestas del “NAMA” siguen siendo injustas para los países en desarrollo
La CSI estima que las modalidades revisadas de las
negociaciones del NAMA* que se llevan a cabo en la Organización Mundial
del Comercio (OMC) -presentadas el 8 de febrero- siguen siendo injustas
para los países en desarrollo.
26-02-2008 - “En general, las últimas propuestas
del NAMA demuestran que no se toman debidamente en cuenta las enormes
repercusiones que tendrán estas negociaciones del NAMA sobre el empleo
ni tampoco las consecuencias del aumento de la competencia para los
trabajadores y trabajadoras de todo el mundo. El mundo del trabajo
tiene muy pocos motivos para alegrarse”, declaró Guy Ryder, Secretario
General de la CSI.
A pesar de que la CSI y muchas otras instituciones el pasado mes de
julio criticaran duramente las fórmulas de los aranceles de los países
en desarrollo, en el nuevo texto no se las cambió para nada. Tales
reducciones aduaneras tendrán graves repercusiones en muchos sectores
de los países en desarrollo, especialmente en las industrias que
utilizan gran intensidad de mano de obra, y tendrán serias
consecuencias en el empleo.
No solamente se verá afectado el empleo actual. A la CSI le preocupa
muchísimo la repercusión que niveles arancelarios tan bajos como 12-14
por ciento podrían tener sobre la capacidad de los países en desarrollo
de industrializarse y de construir industrias competitivas y
diversificadas. Estas negociaciones ponen directamente en peligro las
perspectivas futuras del desarrollo y el empleo.
El Consejo General de la CSI, en su reunión de junio de 2007, adoptó
una Resolución reclamando reducciones arancelarias mucho menores que
las que se proponían entonces y que ahora se está reiterando. Hizo un
llamamiento a la OMC para que tomara en cuenta las necesidades
individuales de desarrollo de los distintos países, lo que constituye
un enfoque inverso al recorte general que se está proponiendo ahora.
Los niveles de cada país en desarrollo se deberían estipular en función
de su nivel de desarrollo.
Al mismo tiempo, se considera positiva la apertura de la flexibilidad
para los países en desarrollo que se hace en la propuesta actual,
conforme con lo que reclamaba la CSI. Sin embargo, los niveles que se
proponían anteriormente, por los cuales un país podría haber exceptuado
el 5 por ciento de sus productos por completo o un 10 por ciento de
productos especificados en los que se harían reducciones arancelarias,
deberían estipularse como mínimos, con el fin de evitar el riesgo de
que se pudieran negociar flexibilidades todavía inferiores.
Finalmente, la CSI hace hincapié en que se permita que en el futuro los
países en desarrollo acrecienten sus niveles de flexibilidad cuando sus
necesidades sociales y en materia de empleo lo justifiquen, lo que
debería incluirse en las propuestas actuales. De esta manera, los
países en desarrollo tendrían por lo menos cierto margen para hacer
frente a las negativas repercusiones de un eventual acuerdo de la OMC.
* Las negociaciones del acuerdo “NAMA” se refieren fundamentalmente al
comercio de productos manufacturados, correspondiendo la sigla inglesa
“NAMA” a “Acceso a los Mercados para los Productos No Agrícolas”.
CSI
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