mié 06 sep 2006 07:15:00 CEST
Los justos de Israel
El periodista israelí Gideon Levy describe
los desmanes que genera la ocupación en los territorios ocupados. El
reportero denuncia el vacío moral y la actitud cómplice de su pueblo
"Gaza ha sido reocupada. El mundo debe saber esto, y
los israelís deben saberlo también. Gaza está peor que nunca. Desde la
captura de Gilad Shalit, y aún más desde el comienzo de la guerra del
Líbano, el Ejército israelí se ha desmandado en Gaza --no hay otra
forma de describirlo--, matando, destruyendo, bombardeando
indiscriminadamente". No es un palestino quien escribió esto, ni un
corresponsal extranjero de los que son acusados de antisemitismo por
describir lo que ocurre en los territorios ocupados. Es el inicio del
último artículo de opinión del periodista israelí Gideon Levy,
publicado el pasado domingo en el diario Haaretz (www.haaretz.com).
Levy forma, junto a su colega en el Haaretz Amira Hass
--imprescindibles sus artículos y sus libros Bebiendo el mar en Gaza y
Crónicas desde Ramala--, el historiador Ilan Pappe y otro puñado de
voces acostumbradas a clamar en el desierto, el grupo que Mario Vargas
Llosa calificó de "los justos de Israel". Voces que rompen el discurso
oficial israelí, que denuncian el vacío moral y la indiferencia en su
país ante el inhumano sistema que el Estado hebreo ha construido, día a
día, ladrillo a ladrillo, muerto a muerto, en los territorios ocupados
bajo el "miserable" --en palabras de Levy-- argumento de la seguridad.
Para hacerse una idea de la reacción que crean los artículos de Levy
--nacido en Tel-Aviv en 1955, exasesor de Shimon Peres, periodista del
Haaretz desde 1982--, sólo hay que echar un vistazo a los comentarios
que los lectores cuelgan en la web del diario. "Ve a vivir con los
árabes (...). Allí te degollarán por el pecado de haber nacido hebreo.
Así, a lo mejor, no tendremos que leer tus estúpidas columnas dedicadas
al auto-odio judío"; "Te preocupas más por el enemigo que por tu propia
gente, traidor"; "Estoy seguro de que la mayoría de la gente está de
acuerdo en que Levy es un mentiroso corrupto, un agitador político cuyo
único interés es generar odio contra Israel y el pueblo judío. Levy es
una desgracia". Estos son tres ejemplos de las respuestas que generó su
artículo sobre Gaza, en el que describía lo ocurrido en la franja en
los últimos dos meses y denunciaba, una vez más, tanto las acciones del
Ejército y los dirigentes israelís como el silencio cómplice de la
sociedad.
Libertad de expresión
Ni el más acérrimo crítico de Israel puede negar que el Estado hebreo
goza de un altísimo y envidiable grado de libertad de expresión. Este
espacio, que la gran mayoría de los periodistas no usan en lo referente
a los palestinos, ya sea por convicciones personales, ya sea por
autocensura, es el que Levy llena cada viernes con su sección fija
titulada La zona crepuscular. El patrón de sus reportajes suele ser el
mismo: toma una historia personal ocurrida en los territorios y la
relata minuciosamente. Gracias a él, la opinión pública israelí conoce
a Mariyah Amán, de tres años y medio, inválida por un bombardeo que
mató a su madre, su abuela y un hermano. O a Ahmed al Atar, sin piernas
desde que un misil bombardeó su carro de burro. Y como estos, decenas
de casos.
Levy lucha contra "la ignorancia voluntaria de la ocupación, la
autojustificación y la convicción de que ellos son las víctimas" que
tienen sus compatriotas. Fustiga más a la izquierda, a la que conoce
muy bien ya que se formó en su entorno, que la derecha, especialmente a
políticos como Amir Peretz y a intelectuales como Amos Oz, a los que
acusa de ser cómplices necesarios del silencio. Fue de los pocos que
arremetió contra la reciente guerra en el Líbano y que no la consideró
una "guerra justa", como toda la izquierda política e intelectual
israelí. "Ninguna excusa de seguridad puede explicar la espiral de
locura, y ningún argumento cívico puede disculpar el escandaloso
silencio de todos nosotros", repitió, una vez más, en su artículo del
domingo. Con periodistas como Levy, nadie en la sociedad israelí puede
ni podrá decir: "Yo no lo sabía".
El Periodico
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